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Cunicultura

Conejos viviendo en un ambiente saludable

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La cría de conejos es importante en Francia, el cuarto país productor de carne de conejo después de Italia, España y Chile. Actualmente, todavía existen algunas “pequeñas” crías familiares, pero son sobre todo crías de gran tamaño con muchas madres reproductoras que se reparten la producción; el trabajo del cunicultor es absorbente, ya que hay que realizar muchas tareas (mantenimiento, nutrición, reproducción, destete, limpieza, venta…).
Al igual que ocurre con cada tipo de cría, la cunicultura debe respetar muchas normas sanitarias y cada vez más normas medioambientales.

 

El conejo produce muchas deyecciones que tienen un poder fertilizante importante y se utilizan en muchos tipos de fertilización. Para las explotaciones de conejos, es mejor, desde el punto de vista económico, valorizar el estiércol de manera agrónoma para optimizar la fertilización de la explotación o para comercializarlo.
Un ambiente sano en las conejeras afecta positivamente a los animales, que se sienten mejor e incuban menos enfermedades, y disfrutan de una vida mejor y más larga.  SOBAC comercializa un complejo de microorganismos, derivados de las tecnologías Marcel Mézy, que permite mejorar el ambiente de los edificios reduciendo las emisiones de amoniaco y transformando el estiércol y el purín en humus, la verdadera despensa del suelo. Estas tecnologías permiten formar un círculo que mejora el sistema entero proponiendo una agricultura biológica eficaz.

 

En efecto, el Bactériolit, al transformar rápidamente la materia orgánica de los efluentes en humus, aumenta su valor fertilizante a largo plazo. El criador encuentra muchos intereses con esta solución: el esparcimiento de los efluentes es más fácil, lo que conlleva un ahorro de tiempo, se reduce la lixiviación, mejora el ambiente del edificio y, en consecuencia, se producen menos emisiones de nitrógeno amoniacal y menos olores, los animales aguantan mejor el tiempo que pasan en el edificio y, se disminuyen los gastos veterinarios y se obtienen producciones vegetales de calidad.

 

El Bactériosol permite al ganadero, que no utiliza los efluentes o no dispone de la cantidad suficiente, disfrutar del conjunto de ventajas de la fertilización natural de SOBAC. Se recupera la calidad nutricional de las producciones, se refuerza la resistencia a la sequía y a las enfermedades, el enraizamiento de las plantas es mayor, el suelo más poroso, y por tanto más fácil de trabajar, lo que permite absorber mejor el agua y reducir la lixiviación. 
Estas mejoras aumentan la rentabilidad global de las explotaciones a la vez que responden a los requisitos medioambientales actuales.

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