Testimonios y resultados

La vida en sus suelos, la ve resurgir todos los días. Con menos presión en las enfermedades, Sylvain Chobet trabaja ahora en viñas más resistentes, particularmente a la rotura debida al viento, lo cual no es nada anodino en esta región. "Tenía problemas de clorosis que no lograba controlar.

Hablé de eso un día con un colega que utilizaba BACTÉRIOSOL. Empecé por sembrar tres hectáreas y luego la totalidad al año siguiente. Reduje un 50% la clorosis el primer año, y la madera se lignificó hasta el final. La caída de las hojas también fue más tardía.

Al tercer año, tenía un 90% de clorosis menos

Antes, tenía una parcela de vid donde, en invierno, el agua podía permanecer de 15 a 20 días en superficie. Ahora, al día siguiente de las precipitaciones, el agua ya no está. Esto quiere decir que la tierra se ha desbloqueado, ha recuperado su porosidad. Se trata de suelos limosos que ahora absorben el agua. Con el agente comercial de SOBAC, durante los seguimientos de las parcelas, efectuamos golpes de horquilla en las mismas, y es increíble ver cómo ha resurgido la vida.

A nivel de sequía, tengo una viña que ha sido sembrada con BACTÉRIOSOL desde su plantación, y su rendimiento se ha suavizado a cerca de 100 kilos. Y conserva sus hojas durante mucho más tiempo. Se nota mucho más vigor. Hace cuatro años que trabajo con BACTÉRIOSOL y tengo menos corrimiento, un defecto de maduración de la vid. Los racimos de uva son más cerrados. Hay una mejor resistencia a las enfermedades y evité la presión al oídio el año pasado. Ahora tengo el sentimiento de trabajar con productos sanos y veo que la vida resurge. Todo vuelve a cobrar sentido. Antes, pasaba todo mi tiempo poniendo foliares. Ahora ya no los pongo.

Tengo ahora la prueba de que hay todo lo que hace falta en los suelos y que sencillamente hay que desbloquearlos.

La planta ya no está estresada

Hay muchísimas lombrices en los plantíos. El bosque es hermoso, las hojas no se secan, la clorosis desaparece, todo esto va por el buen camino.

Tengo una parcela en Syrah que desde hace dos años está sembrada con BACTÉRIOSOL y tiene una vida increíble. Se nota que la planta ya no está estresada. Por supuesto, la salud es también un elemento clave de mi reflexión. Ahora únicamente aplico nitrógeno, de 30 a 40 unidades por hectárea.

Estoy aumentando mi rendimiento, mis resultados van por la dirección correcta

El BACTÉRIOSOL es una herramienta entre tantas otras, y eso nos apoya cómodamente. Como la planta es más robusta, tengo mucho menos roturas debidas al viento y eso es muy importante en regiones como esta. Ya hace dos años que tenemos mucho menos. Desde que la vida ha resurgido en los suelos, tengo muchas más gaviotas y cornejas que siguen al tractor. ¡En algunas parcelas, voy por la noche para que no se me zampen todas las lombrices! En SOBAC no te dejan colgado una vez firmado el contrato. Hay un auténtico seguimiento. Tengo una viña en una parte que es tratada con BACTERIOSOL desde hace dos años. Los colegas me preguntan qué la pongo, de tan bonita que la encuentran. Ahí hay jugo, madera, es increíble. La viña no se detiene. Crece lenta pero seguramente y lo que es más importante, en nuestra tierra. Hay mucho menos estrés en la planta. Hay madera, por consiguiente, hay reserva".